Me gusta este cuadro. No tanto por el color, ni por su composición, sino por la idea que transmite, relativa a imposibilidad de encajar la pieza en el hueco reservado para ella.
En la vida, y más en la vida del artista, que es lo que nos concierne, se presentan a menudo dificultades, impedimentos y un desajuste atroz entre la realidad exterior y el mundo interior del artista.
De ese desajuste, de ese desconcierto, de esa desigualdad, brota una fuerza que el artista modela y encauza hacia un objetivo: la obra de arte. Al principio surge la insatisfacción, el desencanto, que conforme va pasando el tiempo deja un poso en la entraña del artista, y del cual se origina después un impulso que traza en el papel el apunte de la idea.
Más tarde el artista vuelve sobre el apunte y lo va modificando, mejorando, puliendo hasta conseguir una armonía de forma y color.
Iñaki Bastarrika
En la vida, y más en la vida del artista, que es lo que nos concierne, se presentan a menudo dificultades, impedimentos y un desajuste atroz entre la realidad exterior y el mundo interior del artista.
De ese desajuste, de ese desconcierto, de esa desigualdad, brota una fuerza que el artista modela y encauza hacia un objetivo: la obra de arte. Al principio surge la insatisfacción, el desencanto, que conforme va pasando el tiempo deja un poso en la entraña del artista, y del cual se origina después un impulso que traza en el papel el apunte de la idea.
Más tarde el artista vuelve sobre el apunte y lo va modificando, mejorando, puliendo hasta conseguir una armonía de forma y color.
Iñaki Bastarrika
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