LAS ACUARELAS DE PABLO REVIRIEGO
Tengo un amigo que usa la acuarela
como Dios usó el barro, solamente
para encuadrar el tema, que en su mente
la obra ya era luz, agua que vuela.
El paisaje es eterno, no se encela
con el sol que va por el poniente,
las barcas y la arena, de repente
parece que se ven en duermevela.
¡Ay Pablo Reviriego! Tu pintura
sigue una hermosa y dulce singladura
que navega perdida en un suspiro…
Y se duerme en la arena de la playa
esperando que un vago sol se vaya
para gozar de lo que tanto admiro.
Luis Hernández del Pozo